viernes, 6 de agosto de 2010
A EL
24 h. y un abrazo le pedí
y no supe ya mas nada de el,
quería entregarle mi sed a su frescura
pero se congeló en sus misterios de amante perdido...
tuve la suerte de besarle otra vez
pero su amor se negó a la realidad.
Quiere vivir en un sueño infinito,
sueño infinito de pasión de nadie.
Pues yo le ofrecía cansarse, sudar
enloquecernos en un instante
donde somos uno cuando hay dos.
No hay pasado con el, solo instantes de locura incomparables,
de temor, de magia poderosa, de increíbles sensaciones.
Se quedó con un ojalá halla mañana,
pero mi amor, el mi amor
no entiende que mañana nunca es hoy.
Lo amé Dios sabe cuanto lo amé,
amé a ese hombre quien por segundos
hizo de mi una mujer con vida,
con los pies en el suelo
y con mi corazón en su pecho.
Se llevó de mi momentos deslumbrantes
que aún la razón no entiende.
Pero me quedo con sus ojos pensativos
con su cálida sonrisa
y con lo que no pudo ser.
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